Mascarillas

MASCARILLAS 

mascarillas exfoliantes 

Sencillas recetas de mascarillas exfoliantes caseras

La buena noticia es que, al haber diversas recetas, siempre puedes elegir hacer aquella de la que tengas todos los ingredientes a mano. Recuerda consultar siempre con un dermatólogo antes de recurrir a estas alternativas, para así evitar reacciones adversas y escoger el tratamiento que mejor se adapte a tu estilo de piel.

Asimismo, en caso de que estés en medio de un proceso de tratamiento con medicamentos o productos específicos, recuerda que estos remedios naturales no pueden sustituir las indicaciones del médico.

Exfoliante de azúcar para la piel

¿En qué casa no hay azúcar? Puede que hasta la estés dejando de usar para probar alternativas más saludables en tus infusiones, por ejemplo.

Entonces, aprovecha el azúcar refinado para hacer esta mascarilla casera muy extendida en las creencias populares, pero aún con poca evidencia científica. Para prepararla, tienes que mezclar:

• 7 cucharadas de azúcar (70 g)
• 5 cucharadas de aceite (75 ml)

Algunos recomiendan utilizar aceite de almendras (con beneficios para la piel comprobados por estudios) o especial para bebés pero, si no tienes, puedes usar el de oliva o hasta el de maíz.

Exfoliante casero de café

El café tiene muchas propiedades si se usa de manera tópica. Puede ser una ayuda para combatir la celulitis, por ejemplo, o bien para exfoliar nuestro cuerpo de las células muertas y la suciedad que vamos acumulando a lo largo del día por la transpiración, el smog (o niebla contaminante), el polvo, etc.

En este sentido, esta investigación analizó la posibilidad de crear un cosmético para el cuidado de la piel utilizando residuos de la producción de café. Efectivamente, sus propiedades beneficiosas fueron comprobadas.

Las recetas tradicionales recomiendan usar cualquier crema para mezclar con el poso de café y aplicar en el rostro o cuerpo haciendo movimientos circulares. También se dice que puedes exfoliar tu cuerpo mientras te bañas con el café usado directamente. No olvides luego humectar bien la zona y, como siempre, llevar a cabo este proceso con la aprobación previa de un profesional.